Mi artículo de hoy me lo da hecho el comentario de una joven estudiante, María Jesús (ella da sus apellidos, yo no sin su permiso), vecina de Villanueva que, harta ya de ver pasar trenes y padecer los incumplimientos del AVE, ha compartido en redes una experiencia real vivida a pie de la vía: «Viernes 24 de mayo, me dispongo a coger el tren en la estación de Villanueva de Córdoba-Los Pedroches, destino Córdoba. Tenemos prevista la salida a las 16:45, nada más llegar nos informan que el tren se va a retrasar, de momento salimos a las 17 horas, después a las 17:22 minutos. Estamos en la estación un total 30 personas, incluidos niños y mayores. Empiezo a entablar conversación con la gente, me dicen que estos retrasos son la tónica general. Aquí estamos un viernes de mayo treinta personas secuestradas por Renfe. Secuestran nuestro tiempo. Cada una de esas personas tiene un destino esta tarde, muchas van a perder el autobús siguiente, o el blablacar concertado, o el tren. Una madre llama agobiada al hospital Reina Sofía, dónde van a hacerle unas pruebas a su hijo, pidiendo que se las aplacen unas horas, que su tren no llega a tiempo. Y luego hablan de la España vacía. Veinticinco años luchó mi comarca para que parase el tren en mi tierra. «¡Si pasa que pare!», gritamos. Llevamos cinco años con el tren en Villanueva de Córdoba con solo tres paradas, con una demanda por encima de la oferta: un éxito. Mientras escribo airada estas líneas en la estación, han pasado ya cuatro trenes; pasado, porque parado, ninguno. Si España está vacía es debido a la ineptitud de los distintos grupos políticos que han pasado por el gobierno. Consejeros y ministros de Fomento cada vez que pisan mi pueblo dicen que están estudiando ampliar el número de paradas del AVE. Seis años estudiando, qué barbaridad! Pasa el quinto tren. A España no dejan de vaciarla a diario, «no es rentable» dice el director de Renfe con la excusa de no aumentar las paradas. Pues sepan que todos pagamos impuestos, y tenemos el mismo derecho que madrileños y catalanes a una comunicación digna con el resto de España. Pasa el sexto tren. Lo que no es rentable es la masificación que de las grandes ciudades, ni rentable ni sostenible ¿Saben qué más no es rentable? el mantenimiento de políticos que están cuatro años ‘estudiando’ proyectos, para que llegue otro y diga que tiene que volver a estudiarlo durante los cuatro siguientes. Vergüenza e indignación. Les dejo, que paró el primero, mientras pasaba el séptimo tren». Veo que su rebeldía esta siendo muy compartida y comentada en redes pero, ¿hasta cuando estamos dispuestos a aguantar en Los Pedroches?

* Periodista