Ha fallecido Tom Wolfe, el símbolo canónico del llamado Nuevo Periodismo, género de prestigio periodístico por excelencia, que nació en los años sesenta del siglo XX. Aquella década efervescente, combativa y soñadora fue el tiempo perfecto para escribir buenas crónicas periodísticas que, inevitablemente, acababan convirtiéndose en piezas literarias de altura en manos de los buenos escritores.

Y Wolfe era un escritor extraordinario que igual «contaba» la generación beat y la vida alucinógena --física, política y literaria-- de sus iconos, Kerouac, Ginsberg y Burroughs, hasta los matices más insospechados de la vida universitaria americana, pasando por la causa de los «panteras negras» en los peores momentos de tensión racial que acabaron con el asesinato de Martin Luther King.

Exquisito y extraordinario, sí, los adjetivos son míos porque siempre he sido fan del personaje, de su ironía, de su irreverencia y, por supuesto, de su manera de escribir, creo que no hay que olvidar que cuando se habla de Nuevo Periodismo García Márquez y Vargas Llosa también escribieron piezas literarias de altura «disfrazadas» de buenas crónicas periodísticas en nuestro idioma, en español.

El Nuevo Periodismo, en la modesta opinión de quién suscribe, es parte del futuro de la profesión: contar lo mejor posible las historias más próximas y verdaderas (que no fabuladas como advertía siempre Wolfe), algo por otra parte totalmente compatible y complementario con la función de «estabilizador social automático» que tiene el Periodismo en la organización de una sociedad libre.

Ahora que el “storytelling” (el relato) se ha convertido en una de las palabras mágicas y ambiguas del universo digital para provocar interés, mucho más allá del significado creativo en Publicidad que siempre tuvo, la muerte de Wolfe nos recuerda el valor de los fundamentos literarios para hacer Periodismo y me viene a la cabeza aquel impactante inicio de Cien años de soledad: «Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo»...

* Periodista