Este es el mensaje que muchas empresas privadas y entidades públicas hacen al acondicionar grandes zonas para facilitar un aparcamiento privilegiado entre sus empleados.Además, sin ningún tipo de criterio (distancia desde el origen, discapacidad u otros motivos particulares), cualquiera puede usarlo. La llamada es muy potente «aunque vivas a 20 minutos (andando), no te preocupes, aquí tendrás aparcamiento. ¡Ven en coche!». Esta concepción de facilitar el aparcamiento en destino, basada en el desarrollismo del coche como modo fundamental del desplazamiento urbano, que provoca miles de usos diarios, debiera erradicarse. Hoy, el cambio de paradigma basado en movilidad sostenible, salud, ciudad habitable, aire limpio, frenar el efecto invernadero, etc... es incompatible con este fomento del coche. A las empresas privadas cabría perdirle que desarrollen planes de movilidad sostenible y que asuman su responsabilidad social.

Mucho más doloroso es cuando esto se hace desde todo tipo de administraciones, entre otras: Ayuntamiento (Urbanismo. Sadeco...), Diputación (Colón y Parque Figueroa), Universidad (Rectorado y Facultades), Delegaciones (tanto dependientes del Estado como de la Junta de Andalucía), Centros Hospitalarios (Reina Sofía. Hospital Provincial), centros educativos (casi todos los IES y algunos colegios). No sólo porque se use espacio y dinero público para un uso privativo; sino porque constantemente hacen rimbombantes declaraciones institucionales sobre salud, reducción de emisiones contaminantes, emergencia climática y otras por el estilo, que suelen quedar en sólo eso: declaraciones.