No sé si a ustedes les ha salido en la tapa del yogur el premio de una vicepresidencia del Gobierno, o si Sánchez les ha firmado algún nombramiento en El Corte Inglés, el caso es que, a la vista de los acontecimientos, en el Valle del Guadiato debe estar la gente muy feliz, y en Los Pedroches. Lo digo porque en las irrepetibles sesiones de investidura del reincidente, lo único que me agradó fue su intervención final; los demás estaban cada uno en su papel, como está mandado en democracia: unos cabreados, otros encantados, los miserables escupiendo bilis, y ello sin contar con el grupo de gilipuertas que salpimenta todos los grupos. El circo una vez más, vaya. Pero esa última intervención de don Pedro el segundo día cuando todo se había cumplido como dicen las Sagradas Escrituras, tras una votación sin que nadie negara tres veces, como San Pedro, a Pedro, ese alegato final, digo, levantó las esperanzas en el norte de Córdoba. Reiterar en esos momentos la lucha contra la España despoblada y la apuesta por el ecologismo, las energías renovables y el progreso sostenible fue de traca. Veamos. Eso significará, digo yo, que en el plazo de dos o tres meses, superados los 100 días de gracia, el Gobierno de España o de lo que quede de ella para entonces, desviará al Valle del Guadiato empresas y actividad económica que fije en el territorio (como se dice ahora) a los jóvenes y las jóvenas. Y seguro que se incentivará el desarrollo poniendo en marcha sin dilación la autovía, aunque ahora sean de pago, Badajoz-Granada en sustitución de la muy mejorable N-432 que atraviesa la comarca. ¿No? Y, en cuanto a ecología, imagino que Podemos se liará la manta a la cabeza en relación al cementerio nuclear de El Cabril, y ahí lo dejo, que el corte es amplio: redefinición vía BOE de los municipios afectados, reparto territorial de los ingresos obtenidos por el almacenaje atómico, vuelta a las subvenciones pero en serio, etc. Si IU ha sido la única que se ha bregado en Bruselas y Madrid la lucha por la reconversión minera, y eso hay que reconocerlo, llegado es el momento de demostrar de lo que se es capaz desde la moqueta. Veremos.

* Escritor

@ADiazVillasenor