Una vez escuché que el vino hay que degustarlo en el lugar de origen para disfrutar de su pureza ya que en el desplazamiento pierde parte de sus propiedades gustativas, olorosas, visuales (cuerpo, densidad).

¿Le pasará lo mismo al pan de El Vacar?

Me viene a la cabeza una conversación con una amiga la cual, muy sorprendida, me contaba que un pueblo del Norte de España pertenecía a dos Ayuntamientos.

¿Se reiría si le contara que en El Vacar una parte de la vecindad pertenece a Espiel, otra parte a Villaviciosa y si cruzas la carretera te encuentras en Obejo?

Me gusta ver disfrutar a mis amistades y cuando paso por El Vacar me desvío hacia Obejo para dejarlas boquiabiertas con el paisaje que, inesperadamente y a tan solo 1 kilómetro, se abre paso. A este enclave lo llamo yo el Mirador de La casa las latas.

Otra parada obligatoria, si no vamos con prisas, es la subida al Castillo, donde la amplitud del paisaje con el pantano de Puente Nuevo a los pies, reconforta y ensancha el alma.

No veo apenas la televisión y hace unos días me contaron que Laura Larrea, una joven de El Vacar, cantó en el programa de televisión Se llama Copla y desde entonces actúa en multitud de eventos. ¡Qué maravilloso es saber que en una población de 130 habitantes se descubran tales talentos!

Más maravilloso es, si cabe, saber que con escaso presupuesto y, gracias a la buena voluntad de los miembros del club deportivo El Vacar Club de Fútbol y la vecindad, más de 20 años llevan organizando el Día de Reyes, la Romería y la Feria. ¡Todo ello sin ánimo de lucro! Y una vez más nos ofrecen la oportunidad de poder degustar su pan en la sardinada, disfrutar de sus paisajes, escuchar la voz de quien allí nació y charlar distendidamente, en la feria que nos tienen organizada para ayer, día 5, y los días 6 y 7 de julio.