Los diversos pueblos que hoy constituyen la nación española, antaño iniciaron un proceso cultural común y comenzaron a encontrarse en un entramado de intereses y relaciones familiares, profesionales, económicas, religiosas, etcétera y que, a pesar de las vicisitudes sufridas a lo largo de la historia, han forjado su configuración política. Ninguna de las regiones actualmente existentes hubieran sido posibles de no haberse integrado en la unidad histórica y cultural que llamamos España.

El modelo territorial del Estado español que entendíamos afianzado en una recta interpretación de los principios constitucionales de unidad, igualdad y solidaridad, dirigido al bien común, unas políticas irresponsables, no sólo lo han hecho imposible, sino que han puesto en riesgo la unidad de España. Cabe preguntarse si existen razones que justifiquen la ruptura de estos vínculos. Desde la Asociación Presencia Cristiana de Córdoba, pensamos que lo que está ocurriendo en Cataluña no es ético ni moral, pues constituye una manipulación de la verdad histórica con fines partidistas e ideológicos, para conseguir objetivos políticos, económicos o sociales mediante la imposición o el chantaje para imponer su proyecto independentista, que no tiene en cuenta la dignidad y la libertad de la persona, que impide la convivencia entre los españoles y que desafía al Estado y cuanto representa, quedando la sociedad entera a merced de unas personas que se arrogan unas competencias más propias del totalitarismo que de la verdadera democracia.