Estaba en una de las salas de Urgencias del hospital Reina Sofía, asistida por una trabajadora del centro y otras dos personas que se esforzaban en traducir lo que decía y en comunicarse con ella en inglés. Sin dinero, sin documentos tras haber sido víctima de un tirón, esa australiana de mediana edad que había viajado sola a España se había encontrado en Córdoba un triste final para su viaje. Su avión partía hoy de Madrid rumbo a su tierra, pero había que contactar con la embajada para que resolvieran su traslado y falta de documentación tras el robo. ¿Qué recuerdo se llevará la viajera de Córdoba? Quizá visitó Medina Azahara, o la Mezquita, y quizá, junto con el disgusto, le quede en la memoria el buen trato y la ayuda recibida en nuestro hospital.