Aunque ya estoy acostumbrada al bullicio turístico en el Puente Romano todos los fines de semana, después de este pasado puente festivo del Día de Andalucía he decidido reivindicar un agente regulador del trafico de turistas en esta zona, porque el flujo es tal que hasta me dio miedo que me tiraran al agua con tanto ajetreo. Y no sé nadar.