He coincidido trabajando con Javier dos veces: en la primera nos veíamos las caras y en la segunda no, porque el primero era de aquellos trabajos de los de hacer cosas en equipo y el segundo era de los de sálvese (y pague sus cosas) quien pueda, siendo esta última una manera mucho más actual de vivir la vida, se conoce.

Javier es un tipo que impresiona porque lo mismo te escribe un libro sobre cosas que habla con su madre cuando va a pasear con ella todos los domingos que te escribe un diccionario de cosas que aunque de entrada tú dirías que no las conoces bien, puestas en sus palabras, te suenan todas familiares y te da la impresión de que también son tuyas. Porque lo son, claro: es lo que tiene la cultura popular, que la tenemos, más que por haberla estudiado, porque ella misma nos empapa, y dejarse empapar es lo más fácil del mundo: todos nacemos empapados..

La última (novela, digo) de Javier se titula La noche fenomenal. Es un libro de aventuras que a mí, mientras lo leía, me recordaba un poco a Scooby Doo por la cosa que tiene el grupito protagonista de pandilla torpona integrada por miembros muy diferentes entre ellos, de la unidad de la cual depende la resolución de cosas muy importantes y muy estrafalarias.

El libro de Javier va de gente que trabaja unida para vencer peligros muy gordos que vienen de un mundo que es igualico que el suyo pero que se ha ido a la mierda y que amenaza con llevárselos con él. O sea, lo mismo que el mundo laboral.

La gente (mucha) suele trabajar (junta o separada) para muy pocos, siendo estos pocos quienes se encargan de coordinar a toda esa gente para ponerla al servicio de un fin superior; de un sistema económico, el que toque, ante el cual nosotros, como individuos, valemos lo que vale un peón, o sea, poco; por eso los peones de la fábrica se llaman como los del ajedrez: porque valen poco si no se saben mover.

El libro de Javier Pérez Andújar va de gente que trabaja junta para no achantarse ante amenazas que solos no podrían abarcar. A mí me ha gustado porque me recuerda mucho a cuando trabajábamos en cuadrilla, no como ahora que parece que andamos todos alquilándonos por individual.

* Librera