Las consecuencias de la tormenta Filomena, que en Córdoba no ha tenido hasta el momento consecuencias adversas y está dejando precipitaciones que aliviarán el déficit hídrico, ha colapsado Madrid, Castilla-La Mancha y otras comunidades españolas al registrarse la borrasca más grande del siglo XXI. Ayer, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) puso en aviso rojo a 10 provincias del centro y del este peninsular por la predicción de copiosas nevadas. Esta situación provocó que el aeropuerto de Barajas cerrase al tráfico aéreo por la acumulación de nieve, y que se bloquease el servicio de trenes al afectar al AVE, los trenes de larga y media distancia en el centro de España. También se suspendieron los trenes transversales entre Andalucía y Cataluña y miles de conductores quedaron incomunicados en las carreteras durante horas. La virulencia de los fenómenos meteorológicos se está constatando en los últimos años y en Córdoba el reflejo más claro se está observando con la subida de las temperaturas y con periodos cada vez más largos de déficit hídrico. En una provincia como ésta, que depende tanto del sector agrario, la imprevisiblidad no es el mejor aliado para garantizar producciones, desarrollo económico y empleo, a lo que hay que unir también inesperados fenómenos de lluvias que en una ciudad como Córdoba, con una amplia zona inundable, provoca cada cierto tiempo desbordamientos del río Guadalquivir. Es en estos tiempos cuando se ve más la necesidad de la importancia en incrementar las dotaciones en investigación, el reforzamiento de las energías renovables y un consumo más razonable y sostenible.

Con tormentas como la que está afectando a toda España se vuelve a constatar también la fragilidad del ser humano ante este tipo de imponderables, como estamos sufriendo también con la pandemia del covid-19. Un microscópico enemigo ha cuestionado todo el modelo social y económico que se había desarrollado en el planeta. Y todo cuando ayer se comunicó uno de los peores registros de la pandemia en Córdoba tras contabilizarse 15 fallecidos. Habrá que reflexionar si el relajamiento de las medidas que se acordó para las fechas navideñas era lo más adecuado cuando en otras comunidades y países se adoptaban restricciones. Lo cierto es que desde el comienzo de esta crisis sanitaria se han comunicado 27.308 contagios y 577 fallecidos en la provincia. Precisamente, mañana se activarán nuevas limitaciones para hacer frente a la tercera ola del covid.

Además, la tormenta Filomena y la acentuación del problema provocado por el covid se registra en unos momentos de crisis en los que los más desfavorecidos deben tener la protección del Estado, como sucede con la inaceptable subida de la tarifa eléctrica en plena ola de frío. Es del todo inadmisible que en las semanas más gélidas del año y en plena crisis económica, el precio de la luz y el gas pueda llegar a incrementar la factura una media del 27%. No basta con que el Gobierno reclame a Competencia que investigue si el mercado está actuando de forma correcta o si, por el contrario, se pueden estar cometiendo irregularidades. Según se aseguraba estaba semana, esta subida se debe a factores coyunturales y que se está produciendo en otros mercados europeos. Pero lo que es también coyuntural es el frío que está haciendo, y lo que no está empezando a ser coyuntural es que muchas economías domésticas ven cómo se merman sus ingresos mientras aumenta año tras año la factura de la energía que consumen.