A estas alturas de la delicadísima y preocupante situación en la que nos encontramos inmersos en esta pandemia, no hay duda alguna por ningún sector sanitario, científico e investigador que es fundamental y necesaria la realización de test a la población. Hace más de un mes que el director de la OMS dijo textualmente «test, test, test», y es incomprensible que aún no se estén realizando tales pruebas, cuanto menos, al personal sanitario y demás que se encuentran en primera línea con los focos de infección. Se sigue sin dar explicación de la empresa que intermedió en el suministro de los famosos test fallidos; no sé si porque como se dice en las redes estar relacionada con el hijo de un exministro socialista o por la desproporcionada comisión y desmesurado gasto invertido infructuosamente por el Gobierno. En todo caso, para evitar especulaciones y lo que el Gobierno llama bulos, debería dar la información correspondiente.

Pero olvidándonos de ello, me pregunto para qué tantas comparecencias diarias de las distintas fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, imprescindibles en el estado de alarma que vivimos, pero creo que innecesarias sus apariciones para comentar las actitudes incívicas de algunos ciudadanos, las denuncias interpuestas, las detenciones, los bulos, las actuaciones concretas que realizan. Su labor es indispensable, silenciosamente fundamental, y creo que son utilizadas sus comparecencias para desviar el tema sanitario, que es el que realmente preocupa a los ciudadanos. Tampoco me dice nada que salga todos los días el representante del Ministerio de Transportes y Movilidad para indicar el tanto por ciento de movilidad, incidencias de los fines de semana, etc.; bastaría que una vez a la semana comunicaran la evolución de su sector con una información completa y evolutiva temporal de la situación.

Porque lo realmente necesario y urgente es la realización de test. Sería necesario que hubiera rueda de prensa de médicos, microbiólogos, epidemiólogos, veterinarios, y no que estos se prodiguen por las redes o distintas medios de comunicación; coincidiendo en todo caso todos ellos, en la realización urgente de test para poder salir de la crisis sanitaria y no realizar una desescalada sin la realización de los mismos. Hay empresas privadas que realizan test. Lo han estado haciendo hasta que hace unas semanas Sanidad prohibió a las clínicas privadas hacer test sin prescripción médica. ¿por qué? ¿Porque es una clínica privada? ¿Porque vulnera la igualdad entre los españoles entre los que pueden pagarlo y los que no? ¿Porque no los paga el Gobierno a quien no pueda? Es evidente que ante la nefasta gestión en la compra de mascarillas y test por parte del Gobierno, este ha de dejarse ayudar y asesorar por la gestión privada, que parece más efectiva y resolutiva. ¿De verdad que los ideales partidistas están por encima del derecho fundamental de salud y vida de los españoles? Nos pidió el Gobierno solidaridad en alquileres y temas laborales, seguro que la gente muestra su solidaridad también en los test. Mucho menos le hubiese costado al Gobierno pagar los test privados a todos que la compra negligente e infructuosa y dudosa que realizó. Si no hay tests públicos y si privados, porqué limitarlos?? Al menos que la gente decida si quiere solicitar un test privado a cargo del Gobierno, no puede negarle su derecho fundamental de salud. Sentido común, responsabilidad básica y vital, y sin más demora, Test, test, test.

* Abogada