Ahora resulta, oh gran sorpresa, que delante del varchondeo no solo están algunos «Carlos» y demás Closes, sino que los hilos de la trastienda, según las malas lenguas, los mueve, quizá, un separata y seguidor del «Més que un club».

Y a todo esto se une, pero solo como curiosidad, algo meramente anecdótico, que, al parecer, el mercado de apuestas en parte relacionadas con el VAR se ha multiplicado y las cuotas son bastante altas. Así, existen multitud de variantes sobre las posibles apuestas, no ya del resultado y de la diferencia de goles en un partido, sino sobre, por ejemplo, cuántos penalties, cuántas tarjetas amarillas y rojas se sacarán o, simplemente, apuestas sobre el número y tipo de revisiones que hará o dejará de hacer el varchondeo durante los partidos.