La economía alternativa, o la economía de colaboración, ocupa un lugar muy pequeño en un mundo concebido para el negocio a gran escala, y en cierto modo viene a unir acciones de supervivencia o autoempleo con conceptos éticos como la sostenibilidad, el respeto al medio ambiente y la cooperación. Esa unión entre actividad económica y ética gana adeptos en el mundo occidental, con nuevos modelos que promueven prácticas económicas que respeten al ser humano y el planeta. Un enfoque solidario que, evidentemente, no tiene capacidad para resolver los problemas del desempleo y abastecimiento de la sociedad, pero que suma en números y en actitudes.

Córdoba ha reunido esta semana a 200 representantes de distintos puntos de España y de otros países en el encuentro internacional Economías transformadoras, que han puesto en común experiencias y estrategias para un sector que mueve en Córdoba unos 4 millones de euros y unos 50 en Andalucía. Engloban estas economías alternativas las actividades relacionadas con la alimentación ecológica, el comercio justo, el ecofeminismo y la economía circular, un movimiento concebido para el máximo aprovechamiento de los recursos y los mínimos desechos. Se han analizado las posibilidades de trabajo en el ámbito sociocultural, en la educación, formas de colaboración en la gestión de lo público y, en resumidas cuentas, en las posibilidades de generar actividad y empleo con este sistema alternativo. Los asistentes han reflexionado sobre las consecuencias de la actividasd de los grandes lobbies internacionales, y la forma de concienciar a la población de que hay otros modelos posibles. En esta lucha contra los gigantes, más que victorias hay que plantear pequeños pasos que lleven al bienestar de las comunidades, y en ese sentido es interesante la oferta de apoyo que les ha dado la alcaldesa, Isabel Ambrosio. Como también es muy importante la complicidad y convicción de los consumidores. Estas nuevas economías serán una gota en el mar de los mercados, pero una gota cargada de solidaridad, un movimiento que puede y debe ir creciendo, y que siempre sumará en beneficio de sus propios actores y de la sociedad.