El director de Autostrade en Génova es un alto ejecutivo de la filial de Atlantia que hizo caso omiso e incluso negó el año pasado las alertas de los expertos que ya advirtieron del peligroso deterioro del puente de la autopista de Génova que finalmente se derrumbó esta semana y que causó que unas 40 personas perdieran la vida, además de los heridos y desaparecidos.