Con dos años de retraso, la comisión de Fomento del Congreso de los Diputados encontró, ayer, por fin, un hueco para abordar la proposición no de ley que presentara el PSOE en el 2016 sobre la situación de la carretera nacional N-432 y la necesidad de convertirla en la demandada autovía A-81, una vieja reivindicación no solo de la provincia de Córdoba sino de todos los territorios que atraviesa desde Badajoz a Granada. La N-432 está considerada la vía más peligrosa de nuestra provincia, no solo por sus conocidos ‘puntos negros’, sino por el tráfico que soporta y su itinerario estratégico. La reivindicación de la conversión de esta carretera en autovía es antigua, y lo más que se había conseguido hasta el momento es que el último Gobierno del PP la incluyera en su plan de infraestructuras para el año 2024. Se ha pedido un horizonte temporal más cercano, un compromiso que incluya partidas en los Presupuestos Generales del Estado (otro ‘encargo’ para unos PGE que siguen en el aire) y un calendario de actuaciones, además de, en el interín, trabajos para mantener y reparar las deficiencias que presenta esta ruta. La proposición ha salido adelante con los votos de todos los partidos y la abstención de PNV y PdeCAT. El paso es interesante, y el empeño de los socialistas plausible. Ahora hace falta que el acuerdo sea tomado en serio y se ofrezca por fin a Córdoba una solución para la problemática carretera.