Nuevas elecciones y nuevas expectativas. De nuevo se harán listas electorales, la mayoría con las mismas personas, aunque quizá haya cambios. O, aunque los actuales diputados y senadores vuelvan a ser presentados por sus partidos, algunos repetirán, pero otros no serán elegidos si cambia la orientación del voto. Así que llegará para muchos el momento de la incertidumbre, seguido, en según que casos, del momento de la soledad, cuando el teléfono ya no suene tanto y reciban menos palmadas en la espalda. Es duro, pero para ello debe estar preparado todo ciudadano inteligente, pues cuando se deja el poder la persona queda desnuda, solo con sus méritos propios, y se desvela tanto el afecto como la hipocresía que la circundan.