El número de socio es un dato que reflejo no como «hazaña», que también, sino como señal de lealtad que me hace sentirme más legitimado para poder opinar sobre el Córdoba CF y con todo lo relacionado con él.

Hacer las cosas bien no siempre garantiza el éxito.

Hacer las cosas mal no siempre garantiza el fracaso.

Con la primera opción, la obtención del objetivo deseado, sin duda, será más factible.

Sin embargo, históricamente en el CCF la cuestión es conceptual, donde se difumina lo correcto con lo incorrecto. ¿Cuándo se hacen las cosas bien?:

--¿Cuando se devalúan las entradas?

--¿Cuando se marcan objetivos exiguos?

--¿Cuando la utilización de la cantera es testimonial?

--¿Cuando se sigue sin respetar el número de acciones que exigieron en su momento para poder asistir a las asambleas?

--¿Cuando la lamentación hacia las administraciones es permanente? Se está utilizando un estadio pagado por todos los cordobeses sin pago de canon.

--¿Cuando no se aspira a concluirlo? Trabajando al unísono con el propietario se podría conseguir su terminación. Algo que activaría la economía de la ciudad y del club.

No formulo más preguntas, no es necesario.

Entre tanto el Córdoba CF tenga un máximo responsable sin ambición, nuestra única aspiración, real, será no bajar a Segunda B.