Otro concepto americano que acogemos en nuestro amplio espectro de impersonal ansia consumista: El Black Friday o «Viernes Negro» es el día que da comienzo a la temporada de compras navideñas en Estados Unidos. Tiene lugar un día después del día de «Acción de gracias», que se celebra el cuarto jueves del mes de noviembre. Algunos atribuyen el nombre a que en este día comienza la época en la que los comercios consiguen cambiar los números rojos por negros. Otros, sin embargo, aseguran que el adjetivo «negro» tiene su origen en el 19 de noviembre de 1975, cuando The New York Times utilizó por primera vez el epíteto haciendo alusión al desbarajuste del tránsito y el caos que se habían producido aquel año en la ciudad debido a los descuentos del día posterior a «Acción de gracias». En 2010, la compañía Apple importó esta tradición estadounidense a España y desde entonces esta celebración ha ido cobrando fuerza. El sinsentido es que de los números rojos por no vender o vender poco se pasa a los negros, que si los descuentos tan espectaculares son ciertos, tampoco se obtienen beneficios. Además esto es pan para hoy y hambre para mañana, lo que es lo mismo lo que se vende este día, se deja de vender al día siguiente.