Ha muerto Josefina Samper, esposa de Marcelino Camacho. ¡Descanse en paz! Con ellos se rompió el molde de la honradez y la coherencia en el sindicalismo y en la izquierda. ¡Honor y gloria para ellos! Y a ver si se les cae la cara de vergüenza a todos esos «liberados» vendidos a la patronal y a la derechona, que han hecho buenos a los sindicatos verticales franquistas.