En Suecia la monarquía ha perdido sus poderes, quien decide el rumbo del país es la clase política. Los diputados que hasta no hace muchos años dormían en un sofá cama en su propio despacho, no tienen derecho al lujo ni a los privilegios. Actualmente, durante la semana viven en departamentos de 40m2 en un solo espacio. La lavandería es comunitaria. Incluso hay diputados que viven en apartamentos de 18 m2 con cocina comunitaria. Y por supuesto no tienen derecho a servicio doméstico. El primer ministro vive en una vivienda de 300m, sin empleados y sin derecho a automovil ni chofer. Van al trabajo en transporte público. Me temo, que en estas condiciones, la clase política sufriría un grave descenso en este país. ¿Por qué no tomamos ejemplo?