Desde pequeño y aún más de mayor aprendí por mis padres y maestros a distinguir estos términos. Aun sin definirlos, entro en materia:

En mi querida JA (Junta de Andalucía) su presidenta ha sufrido un batacazo, ella y su partido; vale. Pero hay un individuo muy fotogénico y dicharachero, válido para el cine y el teatro que ha sufrido él y su partido, un batacazo aún mayor que el la tal Susana que aún perdiendo, acapara muchos más votos, luego: el partido más perdedor es el que debe gobernar en la JA, según el susodicho hombre «danone», sus satélites y planetas ¿Silogismo o sofisma? Esto, según la normativa de la llamada Democracia, es perfectamente legal; precedentes tenemos nada menos que en el país más importante del mundo, donde «desgobierna un majareta» con muchísimos menos votos que su opositora en las elecciones.

¿Qué le vamos a hacer? Tras «disfrutar» del franquismo, que aún coletea, podremos convivir con lo que nos echen. Pero, perdónenme, no se me tache de anti nada ni pro nada, me agradan y he tenido buena relación con las buenas y competentes personas, individualmente, con independencia de su ideología social, política o económica desde la extrema derecha a la extrema izquierda.

Creo que un tal Jesucristo dijo: «Por sus hechos los conoceréis». En ello me aplico, mis padres ya me lo hicieron saber solo con su ejemplo. Un gran filósofo dijo «Yo soy yo y mis circunstancias»... Habría que añadirle: A veces mis circunstancias pueden más que yo.

P.D.: Los Magos de Oriente me trajeron un pijama y unas alpargatas. ¡Qué bien! No esperaba nada porque no he sido bueno sino gruñón y porque según el mamarracho de villancico, viniendo de Oriente lejano a Belén, el GPS, los despistó hasta Holanda.