El pasado mes de mayo de 2018, más de 300 trabajadores/as del Hospital Universitario Reina Sofía denunciábamos en prensa la situación anómala, discriminatoria, desigual e injusta que estaba produciendo desencanto entre los profesionales de la sanidad. Nos referimos a la famosa Carrera Profesional, acuerdo al que llegaron en su momento el Servicio Andaluz de Salud (SAS) y los sindicatos presentes en la mesa sectorial hace muchísimos años. En dicho escrito, solicitábamos la apertura de un proceso abierto y permanente para todas las categorías profesionales del Sistema Sanitario Público de Andalucía, no solo para licenciados y diplomados sanitarios, así como la revisión de las bases que la regulan.Al mismo tiempo, dirigíamos escrito al Defensor del Pueblo Andaluz y después de recibir varias cartas, en la última nos dice textualmente: «Según se afirma por la administración sanitaria, el SAS impulsará el proceso de Carrera Profesional y lo desarrollará, además en aquellas categorías que aún no dispone del mismo, estableciéndose un calendario de trabajo a partir del mes de septiembre. En consecuencia, le manifiesto nuestra satisfacción por la resolución favorable del asunto que nos había planteado».

Al defensor del Pueblo le diría que si usted está satisfecho con el trabajo realizado, nosotros no podemos estarlo porque, casi un año más tarde, seguimos en la misma situación que antes o incluso peor, abriéndose aún más la brecha de la desigualdad. No obstante, le agradecemos el esfuerzo por haberlo intentado.

A los dirigentes del Servicio Andaluz de Salud del anterior gobierno les diría que en este aspecto han fracasado, simplemente porque no les interesó y tiempo tuvieron para haber resuelto favorablemente la situación de muchos trabajadores/as en Andalucía. Al nuevo gobierno nacido de las urnas en las últimas elecciones andaluzas le pedimos que actúen con eficacia y celeridad, consideramos que la Carrera Profesional es un tema prioritario y requiere una solución inmediata, cuando esto suceda entonces podremos hablar de equiparación, de justicia, de igualdad, de compromiso e incluso de democracia interna. Por último, animo a todos mis compañeros/as que viven esta situación injusta, a que continúen denunciando y reclamando un derecho que es nuestro.