El 94% de las familias cordobesas han dado una respuesta afirmativa cuando, ante el fallecimiento de un ser querido, se les ha solicitado la donación de órganos. La elevada tasa, como la de la mayoría de las provincias andaluzas, responde en gran parte a las campañas de concienciación que se llevan a cabo desde la Consejería de Salud y desde los hospitales de referencia, entre ellos el hospital universitario Reina Sofía de Córdoba, que en febrero pasado cumplió 40 años desde el primer trasplante. Este año, en los cinco meses transcurridos, la generosidad de 28 donantes ha permitido 116 injertos, desde riñón, hígado, pulmones o corazón hasta córnea o médula ósea, un 40% más que en el mismo periodo del año pasado. Y ahora, los hospitales privados de Córdoba han pedido sumarse a la extracción de órganos para trasplantes. La Semana del Donante, que desde hace 17 años se celebra en Córdoba, es un potente motor de concienciación para la sociedad, y también una oportunidad para la reflexión, el agradecimiento y el intercambio de experiencias --llenas de emoción-- para donantes y trasplantados. Los trasplantes conforman una de las prácticas de elite de la medicina, y, aunque las principales necesidades de asistencia sanitaria están en la base y hay que seguir insistiendo en mejorar la atención primaria y especializada, lo cierto es que son un escaparate de los avances y capacidades de nuestro sistema de salud. Con ellos, el dolor por la pérdida se transforma en beneficio para la sociedad. Sí, donar órganos es donar vida, y los donantes se merecen este reconocimiento anual.