La primera imagen que tuve de Cristina Narbona fue vestida de primera comunión en una fotografía que me mostró su madre, Mª Francisca Ruiz, en la redacción del periódico Pueblo, calle Narváez 70. Mª Francisca era una mujer simpática, lista, extrovertida que a diario hacía el horóscopo; una de las páginas más leídas del periódico. Algunos años después su marido, el periodista Francisco Narbona, fue nombrado corresponsal en Roma de TVE y de Radio Nacional. Fue entonces cuando Emilio Romero nombró a Mª Francisca corresponsal de Pueblo en Roma. Por aquella época, la actual presidenta del PSOE inició su excelente currículo universitario en Italia a la vez que compartía con sus padres los avatares periodísticos. Paco Narbona, andaluz de Sevilla, estuvo ligado a Córdoba en octubre de 1936 como director del periódico Azul, antecesor del Diario CÓRDOBA actual. No sé si la astrología, como predicción del porvenir en función del estado de los astros, se hereda y ha podido influirle a Cristina para prever una nación catalana como Baviera, «nación sin estado». Una manera de insistir en la ambigüedad plurinacional tan habitual en Pedro Sánchez cuando mira electoralmente a Cataluña. ¡Ay si Cataluña fuese como Baviera! donde no existe el problema de la lengua ni desde luego el de la bandera; la de la Nación alemana ondeando sin problemas junto a la del länder bávaro. Naturalmente que Baviera presume y divulga su identidad cultural incluido su peculiar acento. Pero la Constitución no reconoce una nación política bávara desligada del Estado soberano alemán cuya capital es Berlín.

* Periodista