Ciertamente la sentencia sobre el caso Gürtel es toda una bomba informativa y política, sobre todo tal como está el patio de los populares. Obviamente los radicales de izquierda saltando y dando botes de alegría, sobre todo Pablo Iglesias, que ha reaccionado gritando sobre la necesidad de echar al PP del Gobierno. Parece mentira la actitud de este politico que representa la extrema izquierda, que solo sabe darle patada a cualquier sistema democrático. Un Pablo Iglesias que tiene unos principios claramente marxistas de la economía y del Estado en sí; un radical propietario de un chalet por un módico precio de 600.000 euros, al que antes de comprarlo afeó a De Guindos haber pagado un ático por el mismo precio. Pablo Iglesias quiere sacar, de forma obsesionada, los trapos sucios del PP, cuando sus continuas contradicciones son evidentes: no muestra los verdaderos rostros de su partido porque están contaminados. Ahora intenta sostener unos discursos socialdemócratas para aspirar a formar parte de un gobierno progresista, aprovechando el declive de los populares.