Siempre pongo el mismo ejemplo en estos casos: Si América la descubrió el cordobés Cristóbal Colón (cordobés, digo bien, pues origen aparte fue en esta ciudad en la que más tiempo vivió y donde fundó su familia) no fue por ser el primer europeo en ese continente, sino porque llegó, volvió y lo «vendió». Y es que en la Historia no ha habido proeza sin buenos periodistas que la contaran, desde la batalla de Kadesh por los escribas de Ramsés II hasta la llegada a la luna por la TV o las campañas de Alejandro Magno, Julio César o Napoleón con sus gabinetes de prensa de poetas y literatos que llevaron. Y disculpen si en cierta forma, cuando insisto en la importancia de la comunicación, arrimo el ascua a mi sardina por pertenecer a esa profesión tan denostada hoy en día (¿por qué habrá tanto interés en ello?) como es la de periodista.

Pero a lo que voy: a la Semana Santa 2017, con su nueva carrera oficial junto a la Mezquita-Catedral y en la que también la comunicación será clave. De hecho, los mayores desencuentros que están surgiendo, por ejemplo por parte de colectivos vecinales, son precisamente por falta de información. Recuerden: los errores en la comunicación se resuelven... con más comunicación.

Por ello creo un acierto que los títulos y responsabilidades anuales de la Agrupación hayan recaído en cofrades ligados a los medios. Sin olvidar a pasados pregoneros también de la prensa y sin restarle el más mínimo mérito a todo el que realizó esta tarea, hay que recordar que el pregonero 2017 es el doctor en Historia del Arte Francisco Mellado, colaborador de Diario CÓRDOBA; el pregonero del patrón de las Cofradías, San Álvaro, ha sido el periodista, sacerdote y exdirector de CÓRDOBA Antonio Gil. Tampoco el pregonero de la Juventud, Francisco Tovar, está ajeno a la comunicación mientras que del cofrade ejemplar... ¡Qué voy a decir de Francisco Pérez y de su programa Sentir Cofrade, en PTV! Quizá son la mejor prueba de que incluso en un sentir tan íntimo, tan espiritual, tan ligado a la vida interior como es la condición cofrade, también es bueno contarlo. Y contarlo bien.