Biocórdoba celebra su vigésimo segunda edición en una sede privilegiada. A la feria de la alimentación ecológica le ha correspondido el estreno, mejor reestreno, del Palacio de Congresos de Córdoba, recién remozado y pendiente todavía de más reformas. Que el Palacio de Congresos se inaugure con actividad es la mejor noticia que puede ofrecerse tras los largos años en los que, por distintos motivos, Córdoba ha carecido tanto de un centro de convenciones como de un recinto ferial. El Palacio de Congresos no es el sitio idóneo para la celebración de ferias, pero para Biocórdoba es --como lo era el Palacio de la Merced de la Diputación-- un emplazamiento privilegiado, que permitirá despertar el interés de los cordobeses (deseosos también de ver el edificio restaurado) y de los turistas, ya que, además de los 1.500 encuentros comerciales previstos de los productores ecológicos con distribuidores de doce países, los expositores de venta directa al público tienen mejor expectativa de negocio con la céntrica ubicación. La feria, con su bullicio, pone a prueba estas instalaciones en las que, tras el retraso motivado por el incumplimiento de contrato de la anterior empresa adjudicataria, la Junta de Andalucía ha puesto un gran interés. Cabe desear que el bello edificio de la calle Torrijos sea un excelente escaparate para la oferta ecológica de la provincia, y que este sonado reestreno sea anticipo de una importante actividad futura.