Diario CÓRDOBA ha informado puntualmente de la colocación de una placa a los pies del monumento a Juan Rodríguez Cabrillo donde se confirma que el célebre explorador era español de Palma del Río. La ciudad de San Diego (California, Estados Unidos) movilizada por la Casa de España y su presidente, Jesús Benayas, junto con la doctora en historia Iris Engstrand, han apostado por este reconocimiento institucional.

¿Y ahora qué? Lo emocional se ha cumplido como un guion previamente escrito por el ardor de unos americanos que han puesto su conocimiento, tiempo y dinero para esta corrección histórica y reconocimiento público no exento de problemas. Pero ahora somos nosotros, aquí en España, los que estamos obligados moral y económicamente a levantar un monumento a la verdad. Todos debemos asimilar que la nómina de descubridores andaluces se ve incrementada con Cabrillo, personaje admirado en la Alta California, con San Diego a la cabeza, y en la Baja California con la ciudad de Ensenada en México empujando en la misma dirección.

Cabrillo es historia y palanca de futuro. El reencuentro institucional debe dar paso a la colaboración empezando por la universidad y los jóvenes estudiantes. Cultura, formación, idiomas y experiencias sociales son un campo abonado para emprendedores. En el marco de Cónsules de Córdoba se debe hablar de esa interrelación con las universidades de San Diego. Empresarios de Palma (EMPA), integrados en CECO, podrían estudiar las posibilidades presenciales de empresas cordobesas en California en sectores como la investigación agroalimentaria, biotecnología, aeronáutica, energías renovables y otros sectores innovadores.

Nuestra mirada atlántica puede saltar al Pacífico. Allí muchos españoles se han incorporado a la sociedad californiana en distintas esferas de la vida pública y privada. El ayuntamiento de Chula Vista y su alcaldesa Mary Casillas Salas han demostrado ser una ciudad integradora de la comunidad hispana y con proyectos de economía sostenible. Aprenderemos.

* Historiador y periodista