A mitad de camino cuando la expedición real avanzaba por escabrosos senderos a lomos de caballos en medio de un territorio extraño, máxime ya alcanzada la abandonada y extremeña comarca de las Hurdes, comprobando la agigantada incuria en la que se encontraban todas aquellas gentes afectadas por unas insalubres y pésimas condiciones sanitarias y sociales como económicamente paupérrimas de mínima subsistencia, Alfonso XIII, reticente, preguntó al doctor Marañón, que como tantos otros le acompañaba, al igual que el cardenal Pedro Segura, qué podía recetárseles a esas personas tan evidentemente depauperadas: «Carreteras, señor», fue, al parecer, la inmediata respuesta del académico.

Hoy día en una España rural que se vacía, principalmente mesetaria, superado, aunque no totalmente, el clamoroso y vergonzoso episodio indicado, epítome paradigmático del más atroz subdesarrollo, no solamente se hace menester como primera medida la realización de un necesario y moderno plan de caminos comarcales asfaltados, sino igualmente que las vías de comunicación incluyan la extensión de la banda ancha de Internet, y que también afecte a la rehabilitación de los recursos energéticos, eléctricos e hídricos, en esos núcleos de población, mayormente en los abandonados, incentivando en todos el reasentamiento personal, lo cual debe llevar aparejada otras ineludibles iniciativas medioambientales, forestales y agropecuarias, reestructurando a la par unos dignos, y de merecida justicia, servicios asistenciales y sanitarios, enalteciendo y destacando el patrimonio paisajístico, etnográfico o cultural que corresponda.

Pero el responsable político e institucional solo se acuerda de santa Bárbara cuando truena, como en otras tantas veces, en el momento de las elecciones para solicitar el habilitante voto, prometiendo al efecto lo que más adelante incumplirá, constreñido por el déficit presupuestario y el elevado gasto improductivo, una hipertrofiada deuda y administración pública, tanto la oficial como la paralela, que ya superan unas insostenibles e impresionantes dimensiones.

* Doctor ingeniero agrónomo. Licenciado en Derecho