A la memoria de nuetro ilustre y entrañable poeta.

Aún suena la música de Rumor oculto por los pasillos del colegio, la canción que le dio la bienvenida la última vez que visitó el centro entre el olor a incienso que como aroma lo recibía. «Quiero que sea mi verso/ como luna de abril» cantan niñas y niños siguiendo la voz de la profesora que despertó las notas que dormían en el poema. El poeta sonríe ante el encuentro que le espera, recibirá a todas las clases, una mañana intensa que aborda con entusiasmo y cariño. «De nuevo en mi colegio», decía con satisfacción cada vez que venía. El colegio siempre estaba Bajo la dulce lámpara poema que le leían en cada visita, porque les entusiasmaba contemplarlo niño envuelto en ensoñaciones, porque les ilusionaba seguir los versos y aventurarse en viajes imaginarios bajo la dulce lámpara; como gustaban leer «había un vaso con lilas / pintadas, goteantes / en aquel lienzo de la Frick Collection porque olían a infancia y a pupitre» y acercaba al poeta, a don Pablo como se le llamaba, al día a día que vivían en el colegio de Pablo García Baena.

Don Pablo ha vivido momentos escogidos del quehacer del colegio. Hubo un homenaje de murales y poemas al Grupo Cántico que llenaron los pasillos del centro, la celebración de un Día de la Paz en el patio, un recital poético con ocasión del homenaje Casi un centenario, un encuentro antes que el tiempo acabe, la última cita con el poeta. ¿Un poeta imposible, alejado, para alumnos y alumnas de estas edades? Basta con un verso elegido, ofrecido, para que cualquiera levante la arquitectura deseada y se cobije: «queda, aún con el día, un relente de estrellas a poesía, una flauta que gime abandonada pero un rumor secreto de guitarras / deshojaba la rosa última de la noche y que a mis versos caigan / heridas las estrellas amanecía entonces en la calle de Armas...». Hubo quien pidió a su familia recorrer la calle de Armas y saber dónde estaba, incluso leer el poema en algún tramo, quizá en el número 7.

Pero «la tristeza, una calle por donde no pasábamos», no queda espacio para ella en su colegio, resonará en las aulas y en los pasillos la música y los versos de Rumor oculto, el rumor de los versos leídos durante años, aunque sabíamos que un soplo acabaría con todo, ahora que ya estás solo otra vez para siempre. Pero, estamos en lo cierto, nunca sucederá así del todo, pues tus versos levantarán tu figura con cada lectura que hagamos en «tu colegio».

<b>Comunidad Educativa CEIP Pablo García Baena</b>

Córdoba