Al salir a la superficie el habitual tejemaneje del PP y del PSOE para elegir el gobierno de los jueces, no insisto en un tema ya clarificado tras la renuncia del juez Marchena a ocupar lo más alto de la carrera judicial. Estaba en entredicho su independencia. Ya veremos si la posibilidad de revisar la manera de elegir el gobierno de los jueces se convierte en agua de borrajas. Hasta ahora el único líder político que no está contaminado con el pasteleo es Alberto Rivera, líder de Cs. Y es también quien no quiso participar en idéntico tejemaneje para elegir el Consejo de Administración de RTVE. ¿Podría tener alguna repercusión la gravedad de lo ocurrido esta semana, en la casi idéntica manera que los partidos se reparten el gobierno de RTVE? No lo creo, aunque lo apunto, ya que no tengo esperanza de que algún día los españoles tengamos una radiotelevisión verdaderamente pública; del público y no de los partidos políticos. Me imagino que alguien dirá que el gobierno de RTVE no es tan importante como el Consejo del Poder Judicial. Ignoran, por ejemplo, el papel de una verdadera Radiotelevisión Pública como pieza clave en la vertebración de la España de las autonomías. El ejemplo alemán de tele pública estaba ahí, en 1980, para tenerla en cuenta, con un nutrido Consejo no monopolizado por los partidos. Entonces se consensuó el Estatuto de la RTVE Estatal pero sin sentido de Estado ni al servicio de todos los españoles. Se ha utilizado, y se sigue utilizando, como herramienta propagandística al servicio del Gobierno de turno y de su partido; y en ser «objetiva» con los independentistas.

* Periodista