La forma que ha tenido esta concejala del PP del Ayuntamiento de Pinto (Madrid) de oponerse a una propuesta socialista para regular la prostitución ha sido no solo ridícula, sino casi insultante. Y es que, según esta señora, los discapacitados y las personas feas («no todos somos rubios, guapos y bonitos», dijo) se ven necesitadas de recurrir a los servicios de la prostitución. Tremendo.