Las civilizaciones se han articulado en los entornos fluviales. Casi todas las ciudades que tienen una significación en la historia de la humanidad se han desarrollado a la orilla de un río, con el agua dulce como necesario factor de supervivencia. Con la modernidad, algunas ciudades integraron los cauces en su vida cotidiana y otras les dieron la espalda, como ocurrió con Córdoba en la segunda mitad del siglo XX, en la que el río se convirtió en un factor de división geográfica y en una zona degradada. Más tarde, las numerosas y certeras actuaciones de las administraciones públicas en el cauce y en ambas márgenes, en el Paseo de la Ribera y en Miraflores, recuperaron este entorno y permitieron que la mirada de la Córdoba volviera a posarse sobre el Guadalquivir, el río grande de Andalucía.

Ahora, el Ayuntamiento anuncia, para primeros de junio, una idea nueva, el festival de experiencias Riomundi. El programa se está concretando, pero de lo avanzado por el primer teniente de alcalde, Pedro García, se infieren tres grandes enfoques: por una parte, la amplitud y variedad de las actividades, que se basarán en la música, pero abarcarán desde lo deportivo hasta lo cultural; por otra, la selección de diversos enclaves de las márgenes urbanas del Guadalquivir que cobrarán protagonismo con esas acciones, y, finalmente --y quizá lo más original--, el enfoque internacional de la invitación a otros grandes ríos, desde el mítico Ganges hasta el Sena, el Támesis, el Amazonas, el Danubio, el Mississipi o el Nilo, todos ellos origen y símbolo de grandes culturas, ciudades de gran influencia en periodos clave de la historia. Y muchos de ellos relacionados con corrientes musicales que confluirían en este proyectado festival intercultural.

La idea en la que trabaja el Ayuntamiento es al mismo tiempo hermosa y práctica, pues a su poderosa capacidad de evocación cultural y sentimental en forma de homenaje o hermanamiento en torno a los ríos del mundo y el Guadalquivir, se suma el hecho de que introduce un nuevo concepto en el mensaje turístico de Córdoba (no solo para los visitantes, también para los vecinos), así como el objetivo de creación de lazos internacionales. Con estas premisas, el festival Riomundi alargará en el tiempo el reclamo de la primavera cordobesa y sus patios, al tiempo que trasladará el escenario de la oferta cultural a la zona del río y del C3A, que ya ha adquirido relevancia en los últimos años pero tiene todavía mucho por descubrir. Ahora toca trabajar bien ese programa para garantizar su calidad y que no decepcione, acertar en los contactos internacionales y darle la proyección necesaria para que sea un éxito y se incorpore por derecho propio a la programación de nuestra capital.