Dice el diccionario de la RAE que piedra filosofal es aquella con la que los alquimistas pretendían fabricar oro artificialmente, y que también se le llama a cualquier remedio o solución para cualquier cosa. Es muy adecuada asimismo otra acepción que he encontrado en un blog alquimista, como la sustancia fantástica que tenía el poder de transformar los metales no preciosos en oro y plata, curar todas las enfermedades y devolver la juventud. Y es oportuna la acepción que concede la RAE a la piedra de toque, como aquella que permite calibrar el valor preciso de una cosa. Se me viene esto a la cabeza cuando vi ayer al rey en la apertura de las Cortes y observé la actitud de determinados personajes que en el Parlamento abrevan en el presupuesto que llenamos con nuestros impuestos. Quienes hace poco, con gesto adusto y vestidos de cualquier modo, no aplaudían las intervenciones del jefe del Estado en tales trances u otros parecidos como tras el falso referéndum catalán, ayer aplaudían sonrientes el discurso de Felipe VI y decentemente ataviados además: Pablo Iglesias, Irene Montero, Alberto Garzón y demás. Les va el sueldo (entre 5.000 y 8.000 del ala mensuales) del cargo en ello, supongo. El Rey se ha revelado no solo como jefe del estado sino como piedra filosofal, es decir, ha transformado el metal ordinario en algo parecido al metal noble, noble sin pasarse, no seamos navideños. En cuanto al poder de la eterna juventud, espero que se lo guarde para él, que este país es muy voluble y lo vamos a necesitar. Por lo que se refiere a la piedra de toque, también el monarca con su discurso ha tenido la virtud de permitirnos calibrar el valor preciso de otros personajes, aquellos que se han valido de la demagogia, la tergiversación y la mentira para comentar la alocución de Felipe VI: Rufián y los rufianes, los que afirmaban con descaro que la gobernabilidad de España les importaba un pito, un pimiento o un comino, no recuerdo bien el ingrediente gastronómico que utilizaron estos cocineros de nuestro pernicioso sistema electoral. Hasta los republicanos no radicales valoramos el poder mineral de este rey. Que Dios guarde.

* Escritor

@DíazVillasenor