Ya tenemos culebrón de verano con los restos del dictador en canción. Lo mejor que puede pasar es que Pedro Sánchez no dilate más su decisión y se saquen ya con discreción y rapidez. Si la familia no quiere los restos porque ya sacó tajada en vida del caudillo pues que se callen y dejen de arengar a los descerebrados que el pasado 18 de julio pedían un nuevo Alzamiento Nacional si se exhumaba lo que queda de Franco. En este tema, al Gobierno no le debe temblar el pulso y actuar con prontitud y eficacia. Tiene todo a su favor: la Ley de la Memoria Histórica, la inmensa mayoría de los españoles que quieren borrar la vergüenza del pasado, los técnicos que han afirmado que sacarlos de allí es fácil y rápido, y devolver a España la imagen de un país moderno, europeo y democrático sin mausoleos a dictadores fascistas. Ni Salazar en Portugal ni Mussolini en Italia ni Hitler en Alemania tienen despropósitos arquitectónicos como el Valle de los Caídos. Solo son páginas en los libros de Historia, olvido y discreción.

El binomio Iglesia/dictadura que tan bien ha funcionado siempre en España debe dejar de meter las narices en la política y vivir vidas separadas. Mientras esto no ocurra no se cerrará nunca la gran herida abierta de este país. La pirámide levantada a un dictador no debe custodiar sus restos ni ser objeto de peregrinaciones histéricas, trasnochadas y sin sentido; cuando hasta la familia Franco se desentiende del tema y le pasa la patata caliente al abad del Valle de los Caídos para que ejerza de guerrero de Dios en esta absurda cruzada. En este sentido, sería muy conveniente que se ilegalice de una vez a la esperpéntica Fundación Francisco Franco, y que dejen de recibir subvenciones del Estado. Es de locura que sigan ocurriendo estas cosas y que se permita su existencia con el dinero público. Eso sí que es una profanación al sentido común, al resto de los ciudadanos y a la convi-vencia pacífica de los españoles.

Los restos del naufragio deben ir al panteón que la familia Franco tiene en El Ferrol --su localidad natal--, y si esta familia tan pesada y llena de privilegios no quiere hacerse cargo que vayan a la fosa común como tantos otros. Y que nos dejen en paz disfrutar del verano, sin tener que acordarnos de las páginas más negras de nuestra historia.

El Gobierno ya tiene el plan para sacar a Franco del mausoleo fascista, y está preparado para su exhumación sin el permiso de la familia. Sólo falta que Pedro Sánchez tomé la decisión política antes del final del verano. Será probablemente un real decreto el que ponga la maquinaria en acción. Un acuerdo del Gobierno de carácter ejecutivo, y todos podremos respirar tranquilos. Nos habremos quitado una enorme y pesada losa de encima. ¡Felices vacaciones!

* Periodista y escritora