La restauración de la virgen del Valle de Santaella ha sido llevada a cabo en el taller cordobés de la Trinidad, al cual queremos agradecer el magnífico trabajo realizado sobre la talla de la imagen de la Virgen.

La Hermandad de Hijos Ausentes de Santaella, una vez visto el lamentable estado en que se encontraba la imagen y el informe emitido por parte de dicho taller, decidimos acometer dicha restauración y correr con los gastos que se originaran, todo ello con el visto bueno de la Hermandad del Valle, cura párroco de Santaella y el departamento de cultura del obispado de Córdoba, que es quien autoriza este tipo de restauración.

Una vez aportada toda la documentación necesaria para acometer dicha restauración y presentada en el obispado, la Virgen fue trasladada a Córdoba para someterse a un exhaustivo examen y, realizadas y estudiadas las distintas pruebas, se dio paso a los trabajos de restauración. La imagen es una talla sedente de estilo gótico que llevaba sobre sus rodillas el niño de pie, en su día fue mutilada y quitado el niño para ser vestida como hoy la conocemos, está fabricada en madera de cerezo, ya sufrió en los años cincuenta una restauración; ¡qué coincidencia que fuera también la Hermandad de Ausentes la que acometiera dicha restauración!

El niño que hoy tiene la Virgen es posterior a la talla de la imagen. La limpieza general retirando antiguos barnices oxidados y repintes saca a la luz su talla y pinturas originales, siendo estos de un valor incalculable. También ha sido sometida la imagen a una digitalización 3D mediante escáner de alta resolución de imagen para copia de seguridad.

Santaella ha recuperado una joya, este tipo de imágenes medievales, llamadas «fernandinas», tienen gran difusión en los territorios conquistados por los cristianos.

Con esta intervención se ha garantizado la conservación de la integridad de la imagen, una obra de gran importancia a nivel histórico y de la cual Santaella se siente orgullosa.