Hace años se puso de moda llamar «restaurador» al cocinero, y «restauración» a la actividad de hostelería. La expresión no es incorrecta, aunque suene rara. Un restaurador es la persona que restaura un mueble, una pintura..., pero, en la tercera acepción del diccionario de la RAE, es el que dirige un restaurante. El término lleva a confusión, pero por alguna razón misteriosa, algunos profesionales se sentían más importantes llamándose restauradores en vez de cocineros. Por fortuna, las modas de la gastronomía han alejado ese uso, aunque ahora se impone cada día más el «chef» (jefe) francés.