En una primavera bastante lluviosa, estando yo en los Montes de Luque trabajando, al caer un buen chaparrón me refugié bajo un árbol que había al lado de la carretera y llegaron otros trabajadores y dos guardias civiles. Estos habían estado en Cataluña y según ellos recibían muchas quejas de fechorías que cometían por entonces los andaluces emigrados, ya que según una creencia muy extendida «éramos unos vagos». Yo les respondí: «Ya está bien de que se nos cuelgue tanto sambenito, pues tengo bastantes amigos, mis abuelos, mis padres y muchísimas personas que emigraron a Madrid, Barcelona y a otras partes de España, y han sido, son y serán buenos trabajadores, formales y responsables y que se forjaron en el entorno familiar, escuela donde se aprende desde pequeño sin asignaturas a ser, salvo excepciones, hombres de bien. De esto doy fe con el comportamiento de mis hijos y de muchos otros de este, mi pueblo, Fuente Tójar.

Otra tarde, charlando con unos amigos, hablamos de varios temas y dimos nuestra versión sobre lo antes mencionado. El invitado de honor, que era un sacerdote de Córdoba, tras pedirle su opinión, dijo de uno de los presentes «éste tiene un buen motor Perkins, pero la dirección la tiene fatal». Yo creo que esto mismo se puede aplicar a Andalucía, que habiendo tenido buenas tierras y buenos trabajadores, no hemos sido capaces de sacar el producto deseado, debido fundamentalmente a una «mala dirección». Entre las posibles causas, se pueden citar el no haber construido suficientes infraestructuras capaces de atraer las inversiones o que promoviesen nuevos cultivos, más variados y productivos, no ser capaces de comercializar eficazmente nuestros productos, como el aceite de oliva, el que la administración haya concedido subvenciones a las cooperativas u otras entidades, sin presionar o exigir que se fusionaran, como ocurre con tantas empresas pequeñas en nuestros pueblos... ¿añadimos alguna más?

Creo que se deberían dar a conocer, promover y fomentar, facilitando el acceso, aquellos proyectos o ideas que lleven a la juventud a producir, a apreciar su tierra y diseñar su futuro sin tener que salir fuera... Empezar a poner los medios para evitar que siga avanzando la llamada España vaciada.