El pasado 30 de enero Carmen Bernier Delgado, Carmela para familiares y amigos, nos dejó. No es nuestra intención hacer aquí una semblanza personal de ella, pues los que la conocimos sabemos bien cómo era y que entre sus cualidades destacaba la discreción, pero sí nos gustaría subrayar su labor profesional, que desarrolló durante más de seis décadas en el trabajo artesanal de los cordobanes, tanto en el repujado del cuero como en el guadamecí, entre otras técnicas.

Fue su maestro su padre, el reconocido, admirado y respetado artista Rafael Bernier Soldevilla, quien tuvo una importancia capital para resucitar la artesanía del cordobán, cuya técnica, prácticamente perdida en Córdoba durante un siglo, se vio obligado a estudiar en París. A la muerte de su padre (cuyo archivo se encuentra depositado en la Diputación) Carmen y su hermana Pilar mantuvieron la tradición. En 1973 le fue otorgado a Carmen Bernier el título de «Artesana distinguida» por la calidad de su trabajo, cuya actividad no abandonó hasta 2008, en que su salud se quebrantó.

<b>Hijos de Carmen Bernier</b>

Córdoba