Recientemente hemos recibido la inesperada y peor noticia del fallecimiento de nuestro querido amigo y compañero Antonio Portillo Peinado, arquitecto de reconocido prestigio por su dilatada actividad, fundamentalmente dentro de la disciplina del Urbanismo de promoción pública, primero redactando planes de Ordenación Municipal en diferentes pueblos y posteriormente por su vinculación durante más de 20 años al área de Urbanismo del Ayuntamiento de Córdoba.

Aunque ya se ha manifestado en varios medios la humanidad de su persona, en estas líneas quiero recoger su generosidad, no exenta de firmeza, en sus convicciones apoyadas en el bien común, defendiéndolas y manteniendo sus criterios ante los diferentes grupos políticos, que gobernaron durante el periodo que estuvo en el Ayuntamiento de Córdoba.

Tuve la suerte de conocerlo iniciando la carrera de Arquitectura, donde aprovechando que iba unos cursos anteriores a mí, solicitaba su ayuda, obteniendo una respuesta generosa y siempre dispuesto a colaborar en lo que fuera necesario. Posteriormente compartimos trabajos en la Comisión de Cultura del Colegio de Arquitectos y Proyecto de viviendas en Palma del Río para el extinto MOPU, continuando él como profesional libre en unión de nuestro compañero Luis Giménez Soldevilla, con el que entraría como el primer equipo de Urbanismo que se crea en el Ayuntamiento y acabando como corredactores del Plan General del año 1986.

Es un hito en su trayectoria municipal, siendo teniente de alcalde de Urbanismo Manuel Pérez, la creación como gerente de la empresa municipal Vimcorsa en el año 1990, cargo que ostentó durante 18 años hasta el 2007. En este periodo puso en marcha la vivienda protegida, entre los tipos de promociones que realizaba esta empresa, justificando muy racionalmente la necesidad de llevar a cabo promociones de viviendas en régimen libre, para que el Ayuntamiento obtuviera suelo a bajo coste, que permitiera hacer un producto de menos precio que la VPO. Con esta forma de actuar logró que la empresa creada fuera rentable, a la vez que solucionaba en parte el problema de la demanda de vivienda, tanto en compra venta como alquiler. Dentro de este periodo hay que significar la adquisición de la Casa Carbonell para sede de la empresa, donde se instaló una de las mejores salas de exposiciones de la ciudad. Pasado este periodo fue nombrado presidente del Consejo Económico de Vivienda del Instituto de Práctica Empresarial.

No se puede acabar una breve referencia de la vida de Antonio Portillo sin hacer una mención especial a su gran afición desde adolescente por los toros, donde su nivel de conocimiento le llevó a celebrar conferencia en el Ateneo de Sevilla y participar en tertulias con toreros como Pepe Luís Vázquez, ganaderos como José Morube y otras con grandes aficionados.

En definitiva despedimos a un amigo que ha dejado una huella marcada a nivel profesional dentro de la ciudad y un vacío entre los amigos.

* Arquitecto. Decano del Colegio Oficial de Arquitectos de Córdoba