El domingo pasado publiqué un artículo en CÓRDOBA titulado Irene Montero sobre su reafirmación respecto al 8M. Ya sé que hubo otras concentraciones aquel día, pero solo una fue promovida con semejante entusiasmo por el Gobierno: la manifestación de las mujeres. Vamos con la cronología, para ver si entonces no se sabía nada, como mantienen los irreductibles defensores del Gobierno. 31 de enero: primer diagnosticado. Fernando Simón: «No habrá en España más que unos cuantos casos diagnosticados». 13 de febrero: tercer caso. El Mobile World Congress anuncia su cierre. Sánchez declara que la decisión «no responde a razones de salud pública en España». Simón: «No existe riesgo de infectarse» y la ansiedad «está un poco fuera de lo razonable». 26 de febrero: 14 casos. Mientras, Sánchez recibe a Torra con honores de jefe de Estado, como también antes declaró la emergencia climática. Sanidad anuncia que quien llegue a España desde un país de riesgo no tiene que tomar ninguna medida extraordinaria. 28 de febrero: 45 casos. 1 de marzo: 84. Pedro Sánchez, a lo suyo, defendiendo el «diálogo» con Torra. 3 de marzo: 169 casos y primer fallecido. El Gobierno presenta su proyecto de ley de Libertad Sexual. 5 de marzo: 282 casos y tercer muerto. Sánchez y sus ministras animan a ocupar las calles el 8M. 6 de marzo: 365 casos. Pedro Sánchez, sobre el 8M: «Sin feminismo no hay futuro». 7 de marzo: 430 casos y décimo fallecido. El PSOE, vía Twitter: «Hay que salir a llenar las calles». Simón afirma que el brote está bajo control y asegura que aconsejaría asistir a su hijo. 8M: 674 casos y 17 muertos. 120.000 personas únicamente en Madrid. 9 de marzo: el ministro de Sanidad, el filósofo Salvador Illa, anuncia un «cambio de situación el domingo al anochecer». O sea: del 8 al 9. Misteriosamente. Ayer, viernes 3 de abril: 117.710 casos y 10.935 muertos. Esto no tiene que ver con la lealtad, ni con ideología de cada uno, sino con la objetividad de los hechos.

* Escritor