En el primer aniversario de los atentados yihadistas que sembraron de dolor y muerte las calles de Barcelona y Cambrils, va a ser difícil que el enfrentamiento político deje protagonismo al recuerdo y homenaje a las víctimas. La presencia del Rey, al que el presidente de la Generalitat, Quim Torra, dice que no ha invitado (aunque convoca el Ayuntamiento) provoca rechazo en el independentismo radical y se temen abucheos. Felipe VI asistirá, dado que es su obligación, y parece una buena noticia el anuncio de las asociaciones ACN y Omnium Cultural de que no actuarán en contra del Rey. Eso sí, han previsto celebrar el 17-A un homenaje a los que el día del atentado eran consejero de Interior y jefe de los Mossos, Forn y Trapero, ahora en la cárcel.