Su éxito de esta semana no ha sido deportivo, sino de ética y coherencia. El Tribunal Correccional de París ha condenado por difamación a la exministra que le acusó de dopaje, con lo que el tenista deja claro que pelea duro por su imagen. Pero, además, ha anunciado que donará a causas sociales en Francia los 10.000 euros de la indemnización, marcándose otro tanto fuera de las pistas.