Soy el tiempo. Entre muchas de mis funciones, dicen que acabo poniendo a cada uno en su lugar. No es fácil, no crean. A menudo pasan décadas, siglos, y solo con la ayuda de arqueólogos, historiadores o filósofos logro cumplir esa misión clarificadora. Pero no siempre es así. A veces la luz irrumpe en las sombras. (O unas conversaciones grabadas por la Guardia Civil). Incluso en raras ocasiones es el mismo personaje el que decide poner palabras a su justa valía. «Mientras fui ‘president’ de Catalunya no se aprobó ningún Presupuesto español. Al contrario, los tumbamos. No se pueden aprobar los Presupuestos de un Estado que te quiere sometido nacionalmente y asfixiado económicamente. Es uno de los honores más grandes de mi carrera política». Pues aquí está el tuit de Quim Torra declarando al mundo su inutilidad. Exhibiendo, vanagloriándose de su incapacidad para pactar (me llegan las carcajadas del PNV) y colaborando activamente en alargar unos Presupuestos austericidas que sí asfixian a los catalanes. Y yo me pregunto, ¿cómo debe llevar su honor eso de cobrar una pensión vitalicia de un Estado tan pérfido?

* Escritora