Mi ilusión está intacta como aquella noche de hace tantos años en la que estoy segura que os oí llegar de madrugada, percibiendo ese olor a incienso y mirra inconfundible, el brillo de vuestros ropajes y el peso de lo que dejásteis sobre mis pies, mientras me tapaba asustada con aquellas gruesas mantas con olor a alcanfor. A los primeros rayos de luz, ya no tuve que esperar más cuando un Tiburón Payá apareció con sus luces en mi habitación y mi hermano detrás del grueso cable que lo unía a la caja del volante. Mi Tragoncete esperaba a mis pies y también los juegos reunidos Geyper, aquellos que todos soñábamos y que nunca nadie pudimos terminar de jugar. Otros años llegaron el scalextric y mi Cine Exin, su Exin Castillo y mi juego del Terror, las botas de fútbol, un disfraz, siempre justo aquello que deseábamos. Aún puedo saborear las mañanas de reyes con churros, picatostes y chocolate caliente. Sin selfies, ni fotos, pero grabadas a fuego en mi memoria.

Esa ilusión por vuestra llegada la he visto después durante años en los ojos de mis hijos y hoy sigue idéntica en esos niños que esta tarde inundarán las calles de Córdoba para veros llegar presidiendo la Cabalgata, cargados --tal vez de manera excesiva-- de teléfonos móviles y tablet, juegos de inteligencia artificial, patinetes eléctricos, drones y muñecos que hasta asustan y a los que solo les falta respirar, porque las caquitas y los mocos están ya más que superadas.

Pero yo quiero pediros esta vez algo menos tangible, me gustaría que vinierais cargados de grandes dosis de tolerancia para salir de la situación política en la que nos encontramos; kilos de generosidad, pero de la que no mira si tiene retorno lo que da; de solidaridad a raudales para entender que sin ella no habría estado de bienestar; mayor visión periférica para entender lo que pasa a nuestro alrededor y ser conscientes de que no somos ejemplo de nada desde nuestra situación acomodada; y conciencia social, pero de la de verdad, de esa que predica con el ejemplo.

Queridos Reyes, a pesar de algunos que pretenden ridiculizaros, vosotros sois magos y sabios, universales y poliédricos, sois multirraciales, políglotas y hasta inmortales. No cambiéis nunca. Os necesitamos. Vuestra siempre.

* Abogada