El panorama político español no deja de asombrarme. De hecho, creo que Donald Trump es un aprendiz al lado de los nuestros. No dejan de saltar escándalos de corrupción, no ya solo económicos sino judiciales. Jueces encargados de ralentizar causas para que no se juzguen, y ahora presidenciales; algún presidente del gobierno que parece que ha hecho de chivato de una banda terrorista. Mientras, los ciudadanos, a tragarnos lo que nos echen casi sin escandalizarnos, incluida mentira tras mentira, con una economía tambaleante y demostrando en las urnas que no queremos que las cosas cambien.

Efectivamente, y como era de esperar, en las elecciones al Parlamento Europeo, aunque los resultados aún son provisionales, a nivel nacional ha ganado el PSOE y ha quedado segundo el PP. En mi caso no puedo entender el porqué. Supongo que es porque vivo en Andalucía y los primeros la han destrozado económicamente e, incluso, en algunos aspectos socialmente, y los segundos, por mucho que «farden», no están haciendo las cosas importantes que han de hacer, es decir, eliminar todas las formas de corrupción y de todos los estamentos. Claro que Ciudadanos tampoco ha hecho nada y Unidas Podemos menos aún, con lo cual al final eliges entre susto de casi morirte o casi muerte. A nivel europeo ha sido a la inversa. El PPE (populares) ha ganado y ha quedado segundo el S&D (socialistas), con una muy importante subida de los liberales (ALDE), donde se encuadraría Ciudadanos. La participación ha sido baja si se compara con las elecciones nacionales. Creo que se debe a que no terminamos de identificarnos con esa institución un tanto lejana situada en Bruselas y Estrasburgo, y que, en muchos casos, no sabemos ni lo que hace. Obviamente, sería preferible que asumiéramos que sus 751 diputados hacen leyes que nos afectan, ejercen funciones de control sobre las instituciones europeas, es decir, han de evitar la corrupción y alertar del incumplimiento del derecho comunitario y, sobre todo, han de aprobar el presupuesto de la Unión Europea, el cómo se reparten los recursos de la UE entre políticas y estados miembros. Cuestión que a España le afecta particularmente, dado que somos receptores netos de fondos. La pregunta es ¿qué podemos esperar? Pues nada, la UE va a seguir exactamente por la misma senda, ya que han ganado los mismos de siempre, por lo que habrá una coalición PPE y S&D, con la única cuestión sobre la mesa de no tener mayoría absoluta, necesitando un tercer socio de gobierno. Por tanto, las políticas de la UE, sin cambios.

Respecto a las municipales, según los datos agregados a nivel nacional, es también el PSOE el que ha sacado un mayor número de votos, al igual que en la región de Andalucía y todas las provincias excepto las más dinámicas económicamente: Málaga y Almería. Supongo que Susana Díaz no supo ver el panorama político como lo ha visto Pedro Sánchez. Esa buena vista hay que reconocérsela al presidente del Gobierno, y el adelanto de elecciones fue un error para ella. Por capitales de provincia, el PSOE ha ganado en Huelva, Sevilla, Jaén y Granada, si bien en las dos últimas ciudades podría haber pacto y que acabase gobernando el PP. Mientras que en Málaga, Córdoba y Almería lo ha hecho el PP, que son los que se espera que gobiernen. La anomalía es Cádiz, donde seguirá Podemos. Y en este caso no me sirve que hooligans de otros partidos digan que tenía que ser en la ciudad con más paro, porque Cádiz ha sido gestionada por PP y PSOE y ninguno mejoró sus indicadores económicos. Realmente, a nivel municipal resulta mucho más difícil evaluar los porqués, ya que hay personas que en lugar de dejarse llevar por las siglas de los partidos alteran el voto en función de cómo lo haga la persona, aunque en este caso la influencia de las generales creo que ha sido determinante y el «¡que viene el lobo!» ha seguido funcionando.

Por tanto, preferimos al PSOE a nivel municipal, autonómico, nacional y europeo, ahora habrá que asumir las consecuencias tanto positivas como negativas. Mi percepción es que habrá más de las segundas; obviamente, todo fundamentado en como dejaron la economía española y andaluza antes y en un programa económico futuro que me horroriza, pero no hay que perder la esperanza aún están a tiempo de no aplicar lo que han dicho que harán, y tampoco sería una anomalía.

* Profesora de Economía Financiera de la Universidad de Córdoba