Todos sabemos que las elecciones al Parlamento español las ha ganado el PSOE, y que las ha ganado con una campaña fundamentada en el cuento infantil de Pedro y el lobo, es decir, que viene la derecha, que viene la derecha y nos quitan libertades. Personalmente, hoy en día, y en España, casi no percibo la división ideológica izquierda-derecha entre programas de partidos políticos; de modo que soy muy de votar en función de las medidas económicas propuestas. Esto lo hago porque si la economía va bien, nos podemos permitir redistribuir riqueza y mantener el estado del bienestar, si no, pues no se va a poder. Obviamente, Pedro Sánchez y Pablo Iglesias por sí mismos no va a generar una crisis económica en España, ya que, tenemos una economía desarrollada y estamos en la Unión Europea, factores limitantes de locuras diversas como muchas empresas estatales. Ahora bien, se está entrando en una desaceleración económica que es muy probable que lleve a una recesión, y ahí es donde yo me pongo a gritar ¡que viene el lobo!

En la crisis de 2008, España venía de disfrutar unas condiciones económicas favorables. Zapatero se encontró en 2004 un 45% de deuda pública sobre PIB, una tasa de desempleo de algo menos del 12%, la famosa hucha de las pensiones llena, un gasto en pensiones que rondaba el 32% del total del gasto público y un Banco Central Europeo fuerte que tenía margen de reacción frente a crisis económicas, al tener los tipos de interés alrededor del 4%. Sánchez tiene ahora prácticamente un 100% de deuda pública sobre PIB, una tasa de desempleo por encima del 14%, más desigualdad, la hucha de las pensiones vacía, un gasto en pensiones del 40% y un BCE con tipos de interés que rondan el cero y sin ningún margen de maniobra ante una nueva crisis. A esto se une, a nivel nacional, la dependencia de los mismos sectores de siempre, que como el turismo se están frenado, la disminución del consumo interno o el paro en la creación de empleo, todo ello conjugado con la inestabilidad política generada desde la Cataluña independista. Mientras que, en el panorama internacional, la ralentización del comercio, la subida del precio del petróleo, los inicios de recesión en algunas economías emergentes o las consecuencias del brexit no hacen auspiciar nada bueno. Y ¿ante todo esto qué hacemos los españoles?

Lo primero, votar subidas de gasto público. Me sorprende que no tengamos bastante con que nuestro gasto público suponga un el 41% de nuestro PIB. El tamaño y la ineficiencia de nuestro estado nacional, autonómico y local es obvio; recursos, en muchos casos, despilfarrados y que no se destinan a inversiones productivas (la educación es una inversión productiva a largo plazo). Pero además nuestra cantidad de deuda nos ahogaría si tuviésemos una nueva crisis de confianza como la de 2012. Hablar de crear una banca pública al estilo de las cajas de ahorro rescatadas o seguir dando paguitas en lugar de empleos cualificados ¿en serio puede conseguir votos? Lo segundo, votar subidas de impuestos. ¿Alguien se cree que se los vayan a subir solo a los ricos? y ¿qué es un rico? En el segundo debate estaban hablando de subir impuestos a las empresas con facturación por encima de 1 millón de euros, no por beneficios sino por facturación. Van a subir el gasoil, van a subir el autónomo, va a subir el IRPF; y como alguien me diga que nuestra presión fiscal está por debajo de la de la OCDE o UE ¡grito! La presión fiscal en muchos casos se calcula solo considerando IRPF y cotizaciones sociales, en otros los anteriores más impuesto de sociedades o impuestos especiales, en otros son los ingresos fiscales divididos por el número de ciudadanos. Estas cifras no indican que tengamos menor presión fiscal ni que paguemos menos impuestos por dos motivos muy simples: no se tienen en cuenta todos los tributos que pagamos, es decir, impuestos autonómicos o locales, por ejemplo, quedan, en la mayoría de los casos, fuera de este cómputo; y tenemos una menor renta per cápita, y los impuestos se pagan como porcentaje de esa renta. Así que vale ya de decir que hay que subir impuestos, ¡no hay que subir impuestos, hay que bajar gasto público! Espero que Ciudadanos pacte con el PSOE, porque, si no, creo que viene el lobo de la recesión económica y para quedarse una temporada.

* Profesora de Economía Financiera de la Universidad de Córdoba @msalazarord