Cruces y flores no son patrimonio de la capital cordobesa, como tampoco la belleza de los patios, que, aun siendo singulares en Córdoba, forman parte de la vida cotidiana de todos los pueblos de nuestra provincia y de Andalucía. No es preciso comparar ni competir --hay espacio para todos--, y, así, los municipios cordobeses avanzan cada año más y van jugando una baza de creatividad que contribuye a poner en valor sus tradiciones, y que ha tenido una gran aceptación a lo largo del fin de semana. Añora con sus cruces, singulares y únicas, Iznajar con su Festival de Flores y Balcones, y especialmente Cañete de las Torres con la imaginación desplegada en sus Calles en Flor, que se consolida tras el éxito del año pasado, dedicando la edición que culminó ayer al 200 aniversario del Museo del Prado, con trabajos florales de artistas invitados a tal efecto, pero con la colaboración de los vecinos, que se vuelcan cada año en sus cruces y, ahora, en este propósito añadido. Otras actividades han convertido a la provincia en un imán para el visitante este fin de semana, desde las fiestas patronales de Lucena o El Carpio hasta los rincones y flores de Pozoblanco o la Semana Santa Chiquita de Puente Genil y el programa «Ven de Patios» en Montilla. Un preámbulo al Festival de los Patios de Córdoba, que comienza hoy, y al concurso provincial que impulsa la Diputación. Córdoba luce en sus pueblos lo mejor de sus tradiciones.