Un hombre bastante mayor, ya casi desahuciado de la estancia en los bares por el peso de los años, lector empedernido del Diario CÓRDOBA, decidió hace tiempo abandonar la barra del café-bar donde echaba horas leyendo el periódico porque dueño y clientes le reclamaban una rápida circulación de las hojas de noticias para que todos pudiesen leerlas. El tiempo que este hombre dedicaba antes a leer el periódico en el bar, uno de los escasos momentos en que se le podía ver en relación social, decidió borrarlo de su agenda después, seguramente, de haber echado cuentas de tiempo, dinero, placer y aprendizaje. Así decidió, al levantarse, ir al quiosco de prensa en vez de al bar de siempre, comprar el CÓRDOBA diariamente y dedicarle en su casa todo el tiempo del mundo para leer sus novedosas páginas que contaban las noticias y, también, daban la programación de la tele. Cuando en el pueblo preguntaban por él quienes llegaban de fuera porque lo echaban de menos en su bar de siempre decían que el viejo lector de periódicos había decidido comprarlo diariamente en el quiosco para que nadie le importunase como en su prestada lectura con café. Una inversión ya de alguien con experiencia y sabiduría que optó, pagando, por hacerse con su tiempo de lectura preferida en vez de esperar un corto turno en el bar. Pero resulta que ahora, cuando hasta la edad le aconseja leer su CÓRDOBA en casa, con la tranquilidad de quien amontona experiencias pero escasa agilidad, se escuchan rumores de que el quiosco de prensa y revistas va a cerrar porque la compra de libros de texto para colegiales y estudiantes --que completaba ganancias-- ya no se suele hacer en el pueblo sino en grandes establecimientos donde nadie conoce a nadie. La soledad de los pueblos, que en invierno se alarga de manera cruel, se hará mucho más larga ahora cuando los bares no tengan periódico y los ancianos, como el nuestro, no puedan darse su diario paseo para comprarlo en el quiosco. Sin periodismo no hay democracia y sin periódicos la verdad esconde una de sus aristas. Los gobiernos deberían buscar una solución para estos casos que se avecinan.