Si hay una palabra que se ha puesto de moda últimamente es la palabra progresista, o más bien ha sido el PSOE quien la ha puesto de moda, siendo su gran hit en las dos últimas elecciones (junto con «que viene la ultraderecha»). Este partido político nos ha repetido hasta la saciedad que ellos son progresistas y su gobierno iba a ser progresista. Lo que esta palabra significa desde su etimología, se sabe: de ideas y actitudes avanzadas; identificándose el progreso como la acción avanzar, es decir, de ir hacia delante. Lo interesante de la misma no está tanto en estos claros significados sino lo que se quiere evocar con ella desde los partidos políticos, o más bien lo que yo creo que quieren que asocien nuestras cabezas cada vez que se menciona.

La asociación de conceptos que se busca promover, la veo relativamente clara, sobre todo si se escucha en qué contextos el PSOE usa esta palabra. Si hay un partido progresista es porque existen partidos que no tienen ideas avanzadas o directamente que no quieren avanzar social y económicamente, y por tanto se puede asumir que lo que pretenden es retroceder, vamos que son retrógrados. Por tanto, a nivel de política de un país, se podría decir que quieren recortar libertades, retrocediendo en derechos, con una economía peor y más atrasada o incluso sin estado del bienestar, así para abrir boca. Vamos, las típicas imágenes en blanco y negro de la España de los años 50. La cuestión que yo siempre me he hago es si realmente algún votante del PSOE se cree que España va a volver a ser como la de los años 50 o si su partido es garante de la libertad de los españoles, y la respuesta es que sí; es decir, algún que otro (por no decir bastantes) votante de este partido político me ha dicho que sí lo creen, en algunos casos sé que hay una componente de querer creerlo en función de intereses personales (económicos principalmente). De modo que, este tipo de manipulación un tanto hosca al parecer es asimilada por al menos algunos de sus votantes. Sin embargo, esto no es lo más curioso. Lo más llamativo es lo que asocian con una economía progresista, que eso es en lo que suelo indagar, siendo la respuesta absoluta más estado.

Así, lo primero que sale a relucir es la igualdad. Pero la igualdad entendida como que hay que quitarle dinero a los ricos para repartirlo entre los que menos tienen. Esto que es muy loable, se hace con un sistema fiscal relativamente progresivo como el nuestro, que se podría reformar para mejorarlo. Entonces todo se trasforma en que eso es mentira y hay que freír a impuestos a todos aquellos que se consideran ricos (por ellos, claro) para repartir un dinero, que ellos no han generado, a quién a ellos les dé la gana. Eso sí cuando se indaga sobre si estarían dispuestos a pagar más impuestos, la respuesta suele ser que bueno en su caso ya pagan bastantes... Otra respuesta llamativa, que he recibido, es que algunas personas me comentaron que no se podía avanzar en derechos sociales respetando el déficit público impuesto por Bruselas, y que más déficit significaba más derechos sociales. Así que, expansiones sin límite del gasto público a lo argentino significan más derechos. He de reconocer que jamás se me hubiese ocurrido esta asociación, eso sí cuando se pregunta quien lo paga la respuesta es que no se paga, es decir, el déficit público no hay que pagarlo y tener una duda pública del 100% del PIB no tiene efecto en la economía. Obviamente, aumentar el déficit público siempre trae distintos tipos de problemas económicos y bastante graves, traduciéndose en España cualquier tipo de problema económico en pérdidas de empleo. Cuando señalo esto, junto con el hecho de que para mí el desempleo es el mayor drama social y conlleva la mayor pérdida de derechos, al perder un derecho fundamental como el mantenerte por ti mismo y con ello ser más independiente del Estado y gobiernos, se me dice que no, que hay derechos más importantes que el empleo. Todo esto es una muy extraña forma de ser progresista, no ya porque el PSOE pacte con nacionalistas, que son supremacistas y conservadores, o con UP, que promulga un sistema político del siglo XIX, sino porque sus votantes no saben que más estado jamás ha significado más libertad ni más derechos.

* Profesora de Economía Financiera Universidad de Córdoba

@MSalazarOrd